miércoles, 23 de noviembre de 2011

PUESTA EN MARCHA DEL PROGRAMA

Con las fichas técnicas de la organización del diseño operativo de las sesiones, es más fácil saber qué elementos estarán en juego con la finalidad de asegurarse de que se están ejecutando tal como se planificaron y de actuar de forma inmediata cuando ocurren los acontecimientos no previstos que dificultan o impiden llevar a cabo lo que estaba planificado.

La puesta en marcha de un programa diseñado (taller en este caso), exige llevar a cabo estas cuatro tareas de control:

1. CONTROL DE LA LOGÍSTICA DEL PROGRAMA

2. CONTROL DE LAS ACTUACIONES


3. CONTROL DE LA COBERTURA


4. CONTROL DE LA EFICACIA DEL TALLER



1. Control de la logística del programa.-  Se refiere al “asegurarse que estén disponibles los medios necesarios en cada momento del programa”. Cuando hablamos de medios, nos referimos a:


a) Recursos humanos: profesionistas invitados para impartir una temática en específico, asistentes que apoyarán la impartición y/u organización del taller y cada una de las sesiones, docente que impartirá el taller o sesión, padres de familia o invitados a participar en el taller. Dentro de este punto, las variables a controlar específicamente son:

  1. Asistencia de los profesionistas invitados a las sesiones en las que apoyarán (confirmando con anticipación para no descontrolar la organización o bien, reorganizar rápidamente la presentación antes del día de la sesión. Como última alternativa cancelar la sesión.)
  2. Realización efectiva de las tareas encomendadas en las sesiones del taller sin perder de vista el objetivo general y los objetivos específicos.
  3. Corroborar la acción efectiva de los asistentes que ayudarán en la impartición del taller u organización de espacios (acomodo de material)
  4. Actuación del coordinador o encargado del programa (taller) en el mismo a lo largo de éste
         
      b) Recursos materiales: se refiere a recursos económicos y de material didáctico y/o concreto disponible – si este será proporcionado por la institución, por los padres o asistentes al taller o por el mismo organizador del taller -, para esto es importante hacer una lista de material que se utilizará a lo largo de la impartición del taller (por ello es importante tener previstas las actividades y los recursos materiales), a manera de inventario para conseguir el material antes del taller o conforme las sesiones se presenten. Podemos resumirlo de la siguiente manera:
1. Presupuesto de gastos: partida económica para cargar la totalidad de gastos del taller y dinero efectivo para pagar a profesionistas invitados (en caso de requerirlo). Éste, muchas veces puede ser solicitado como apoyo a la institución –escuela-, al ayuntamiento, a los padres de familia.

2. Materiales fungibles: aquellos que pueden consumirse durante el taller (folletos, libros, material de papelería.)
3. Medio de transporte para los materiales fungibles o de los invitados a exponer en el taller



    c) Recursos espaciales y de tiempo: es decir, verificar la disponibilidad de horarios y material que la institución donde se impartirá el curso pueda prestar, tal como: aulas, salón de usos múltiples, biblioteca, material tecnológico (cañón, computadora, etc.) que vaya a utilizarse, patios, sillas y mesas. También se refiere a revisar la compatibilidad de horarios para la asistencia de padres e invitados al taller, con la finalidad de afianzar de mejor manera su presencia en las sesiones. Concretado así:

1. La disponibilidad de los locales donde se realizarán las actividades (aulas, salones, centros, explanadas, patios, etc.)
2. Aparatos o material necesario para llevar a cabo la enseñanza o ilustración del tema de la sesión (proyectores, cañones, instrumentos de apoyo, ordenadores, etc.)


Se trata por tanto prevenir la ocurrencia de imposibilidad de realizar las actuaciones previstas en días y horas concretas por la dificultad con alguno de estos medios ya mencionados.

2. Control de las actuaciones.- se refiere a “asegurarse de que se aplique en programa como se ha planeado, pensando en alternativas de acción en caso de que algo no salga como se ha esperado, modificándose el método, la técnica, la actividad o la organización de forma coordinada con los actores que intervendrán en la sesión o taller”. Para esto es importante, como se mencionó en el punto anterior, prever con anticipación la asistencia de los actores previstos en cada sesión para lograr hacer estas modificaciones cuanto antes y en la medida de lo posible. 

Se trata de controlar lo que se muestra en los siguientes puntos:

  1. El ajuste de lo que se está ejecutando con relación a lo planificado (actividades de grupo y actividades individualizadas –ver el apartado de técnicas-.)
  2. El ajuste de lo planificado (la gestión del taller) con el contexto y las necesidades de los destinatarios, es decir respetar la aplicabilidad y los fundamentos sobre los que se construyó el taller.
  3. El que se deje de realizar sin causas justificadas una sesión o actividad, evitar contratiempos o dificultades con terceros por horarios, actividades y métodos de trabajo.

3. Control de la cobertura.- se trata de “asegurarse de que todos los destinatarios del taller se beneficien de la oferta del mismo”.  Si bien en la primer parte de la gestión del taller se seleccionó la población o unidad a la que se dirigiría el taller, es importante respetar la aplicación a estos destinatarios, bajo el concepto de que se persiguen objetivos específicos para cubrir necesidades concretas resultantes del diagnóstico que se hizo a esta población en particular. De esta manera se pretende detectar qué padres de familia no asisten a determinadas actividades y por qué razones (falta de información sobre lo que se hará en el taller, falta de interés o motivación, horarios del programa inadecuados, etc). También se busca ver qué cambios se proponen en la organización del programa y con qué finalidad (siempre y cuando respete los fundamentos del taller) se han propuesto. Así como para prevenir gastos inútiles de recursos. 

4. Control de la eficacia del taller.- se refiere a poner énfasis en que el taller gestionado sea eficaz (es decir, que tenga la capacidad de transmitir algo para producir un efecto deseado), así como efectivo (que se refiere a las adecuaciones pertinentes a lo largo del taller para provocar un efecto deseado) y la eficiencia del mismo (provocando un resultado deseado con el menor coste de tiempo, esfuerzo y dinero), sin descuidar la calidad con que debe hacerse el trabajo para alcanzar las metas que se ha fijado el taller.



Bibliografía:

DE REFERENCIA:
·         Álvarez y García. (2002) “Diseño y evaluación de programas” EOS: Madrid




No hay comentarios:

Publicar un comentario